Desvirgando a Javi - I

Desvirgando a Javi - IHola a todos, antes de contaros algunos de los fragmentos más excitantes de mi vida voy a presentarme un poco. Me llamo Cristina, soy viuda, tengo 42 años, rubia de pechos firmes y un cuerpazo de jovencita que muchas veinteañeras quisieran. Lo que me dejó en herencia mi difunto marido me permite tener la vida que quiero. Lujos, relax,...sexo. Mi primer relato empieza en el gimnasio. Viernes por la tarde. Estoy en el gimnasio (mantener el cuerpo de una joven cuesta lo suyo), cuando de repente veo a un chaval de unos 19 años hecho un lio con las máquinas de las pesas. No estaba nada mal. No era musculoso, en realidad no marcaba ningún músculo, pero tampoco estaba gordo. Era...normal, supongo. El caso es que parecia bastante pardillo, y de repente me vino un pensamiento en la cabeza. "Será virgen?". He estado con muchos hombres y mujeres a lo largo de mi vida, pero los que más me gustaban eran sin duda los vírgenes. Estas ansias de complacerme y esta energia que parecia que no se les terminaba nunca...No entiendo como no hay mujeres que van buscando vírgenes por placer. A demás está el hecho de saber que eres la primera mujer con la que está. "Este será mio" pensé, así que me dirigí hasta él.-Hola guapo! Tu primera vez? -le pregunté con toda la intención-Eh, esto si, digo..no, o sea si, lo siento, es la primera vez que vengo -respondió poniéndose rojo como un tomate y tragando saliva al terminar. Su mirada pasó fugazmente por mi top de licra ajustado y se centró otra vez en las pesas.-Tranquilo hombre, que no voy a comerte... -Dije mientras le miraba lascivamente a los ojos. -Cómo te llamas? -Javi-Javi eh? Encantada, soy Cristina -le dije mientras le besaba sensualmente en las mejillas, haciendo que se ruborizara aún más.Le expliqué cómo funcionaba la máquina, aprovechando para tocarle los brazos, pecho, piernas, lo que fuera cada vez que podia. Me estaba poniendo muy burra, y el chaval estaba empalmadisimo. -Y bueno Javi, tienes novia? -pregunté directamente. -Ehh...pues la verdad es que no. -Vaya, que pena. Y no has estado nunca con una mujer?-Eh, que, yo...pues si, claro, con muchas de hecho -dijo con voz temblorosa en un intento de sonar convincente. -Y a demás a usted qué mas le da?-Jajaja, tranquilo hombre, que ser virgen no es ningún problema para mi. En realidad, todo lo contrario. Mira, esta noche iré a este sitio a cenar. Si quieres que... nos conozcamos mejor -dije haciendo hincapié en las tres últimas palabras, mientras le anotaba una dirección a su smartphone -ven bien vestido y pregunta por mi.Le di un beso en la mejilla, cerca de la comisura de los labios y me fui a las duchas. ¡Joder que caliente estaba! Tenia que correrme pero ya! Por suerte las duchas del gimnasio tenian separadores que las hacian casi individuales. Allí empezé a meterme un par de dedos mientras con el pulgar daba circulos a mi clitoris. No tardé en correrme silenciosamente debajo del agua caliente, me lavé y me fui a casa en mi deportivo.Estuve todo el dia pensando en como seria la noche con aquél chaval, calentandome cada vez mas. Tuve que masturbarme dos veces, una después de la comida y otra a media tarde. Finalmente llegó la hora. Me puse un vestido de color turquesa, a juego con mis ojos azules, sin bragas ni sostén y me fui al restaurante.Allí fui a mi mesa (como me follaba al dueño, siempre tenia una mesa a punto para mi), y esperé a ver si venia Javi. Cuando ya casi habia perdido la esperanza, le vi aparecer y hablar con Pedro (así se llama el recepcionista, cuya mujer me tiro un par de veces al mes. Parece ser que Pedro no sabe satisfacer a las mujeres, y es una pena porque la suya está de infarto).Durante la cena hablé con Javi de diferentes chorradas hasta que pareció relajarse, y entonces las cosas se pusieron interesantes.-Así que eres virgen, verdad? -Le pregunté en voz baja mientras mi pie subia por su pierna. El chico se sobresaltó un poco, y después de mirar disimuladamente a ambos lados, contestó:-Eh...la verdad es que si. No es que sea gay, ni esto, es que soy muy tímido, y nunca salgo para conocer a gente nueva.-Vaya, pues para ser tan tímido, has aceptado venir a cenar con una desconocida la primera.-Ya, bueno, es que...usted está..de muy buen ver -dijo él poniéndose más rojo que un pimiento.-Jajaja, bien, en primer lugar, deja de tratarme de usted. Me haces sentir vieja y no me gusta -dije mientras frotaba mi pie al bulto de su bragueta. -Y en segundo lugar, grácias por el cumplido, la verdad es que no es fácil mantener este cuerpo. Me contó que nunca habia estado con una chica, que lo único que habia hecho habia sido besarse con una y tocarse un poco el uno al otro, pero por encima de la ropa.-Te gustaria verme desnuda, Javi? -Le pregunté en voz baja acercándome a él. Olía a colonia baratilla, de estas que venden en tiendas de ropa para jóvenes y todas huelen igual.Tragó saliva y aisintió con su cabeza nervioso.-Pues vamos entonces -dije levantándome. Al salir del restaurante pagué la cena de ambos (un numero de tres cifras, pero la buena comida lo merecia) mientras Javi me seguia nervioso como un perrito asustado. Yo cada vez iba más cachonda, y al no llevar bragas, mis flujos empezaron a deslizarse por mis muslos. Llegamos a mi deportivo, y me fui a toda prisa a casa. Por el camino, agarré la mano de Javi y me la puse en mi falda.-Que te parece si empiezas a ganarte las corridas que te voy a dar hoy? -Le dije totalmente salida y sin tener que hablar correctamente o en voz baja, como en el restaurante. Ahora estábamos los dos solos y no tenia por que reprimir nada.Javi empezó a manosearme torpemente, pero le dejé hacer. Cerca de las once y media llegamos a mi casa. Dejé el coche en medio del jardín y salimos. El chico se quedó boquiabierto al ver dónde vivia.-Si, lo se -contesté -me gusta el lujo, y mi marido tenia mucho dinero, así que me compre esta pequeña mansión, donde puedo vivir a cuerpo de rey. De reina, de hecho -Dije mientras reia.Javi se rió un poco nervioso. Al llegar a la puerta ni siquiera llamé. Mi mayordomo Nestor abrió la puerta.-Buenas noches señora Palau, pase por favor. Buenas noches joven -saludó friamente. Aquel hombre siempre habia sido más frío que el hielo, pero me gustaba. Creo que era el único hombre cerca de mí con el que no queria follar, él estaba ahí para arreglarlo todo y permitirme vivir en aquella mansión sin mover un dedo.-Buenas noches Nestor. Hoy ya te puedes ir a descansar, grácias -le dije. Asintió con la cabeza y se fue hacia su casita, fuera del edificio principal.Agarré al chaval de la mano y lo subí a la habitación donde suelo follarme a los desconocidos, que no es la misma habitación en la que suelo dormir, cada cosa en su sitio.Allí le senté en la cama, y me desnudé lentamente, como haciéndole un streaptease. Cuando estaba completamente desnuda, le dije:-Es que no vas a desnudarte? Con unas prisas y unas ganas que no le había visto hasta ahora, se quitó los vaqueros y la camisa. Pude ver el bulto de su excitación en sus calzoncillos, que parecía no atreverse a quitarse.Me acerqué a él lentamente, y mientras nos fundíamos en un beso le quité la última pieza de ropa que le quedaba y le volví a sentar en la cama, pero esta vez, me senté enfrente suyo.Guié sus manos hacia mis pechos, y sentí como me los acariciaba con fuerza con manos inexpertas pero ansiosas. Agarré con delicadeza su miembro, totalmente erecto y empezé a pajearle ritmicamente. Al cabo de no más de 3 minutos noté como apretaba con fuerza mi pecho y soltaba un gruñido de placer mientras mi mano se llenaba de su caliente leche, que al salir con fuerza de su verga salpicó en mis tetas y en su pecho, manchando mis pezones -duros como piedras- y los pocos pelos que tenia él en su pecho.-Lo siento -murmuró él mirando el suelo avergonzado-Tranquilo, los jóvenes tenéis mucha energia, y tenemos todo el fin de semana por delante. Era mi intención hacerte acabar en seguida, así nos podremos concentrar en mi un rato, qué te parece? -le pregunté con voz viciosa mientras le lamía el semen que le habia salpicado en su pecho-Vale! -respondió con energias renovadas (cabe decir que mientras tanto, su miembro no perdió ni un instante su vigor).-Pues venga, ahora que ya estás un poco menos nervioso, te toca hacerme contenta. No te preocupes, te iré guiando.Bajé su cabeza hacia mi vulva, mojada de la excitación. No estaba depilada totalmente, siempre he creido que los coños depilados son cosas de niñatas pijas. Pero tampoco lo llevaba descuidado, como una selva salvaje. Más bien un jardín que iba del monte de Venus al principio de mi raja, y de allí salía en dos direcciones, como una flecha señalando la entrada. Siempre había estado convencida de que era la mejor de las indicaciones que un hombre pudiese necesitar.Aitor empezó a lamerme el exterior de la vulva asiduamente, como un perro sediento. Aunque me daba bastante morbo, no era el punto dónde tenia que centrar sus esfuerzos, así que se lo indiqué bajando un poco más su cabeza y apretándola contra mi. Su lengua entró dentro de mi...-Ahhh... así, así mucho mejor cariño... -le dije entre gemidos. -Sigue así, así, un poco más arriba..aaaahh, ahora si!! -grité en el momento que puso su atención en mi clítoris. Siguió lamiendo sin piedad mi botoncito, y cuando estaba a punto de estallar, le hice parar y bajar unos centímetros la lengua. De este modo, prolongaba placer, y mientras jadeaba sin haber llegado al orgasmo me fijé en sus manos. Con la izquierda se apoyaba en la cama, y con la derecha intentaba masturbarse, aunque sin demasiado éxito. Me apiadé un poco de él, y traje su cabeza hacia la mia lentamente. Le besé y exploré su boca mientras saboreaba el sabor de mis jugos en sus labios. Guié sus manos a mis pechos otra vez, y al cabo de un rato de sobarme, le tumbé en la cama y me puse encima de él para hacer un 69. Sabia que estaba ansioso para follarme, y queria posponer el momento tanto como pudiese, así en cuanto empezase a follarme lo haria con más ansias (y si encima ya se habia corrido un par de veces, o tres, pues mejor para mí, más rato tardaria en volverse a correr).Una vez en posición, agarró mi culo y siguió lamiéndome la vulva cual helado. Consciente de que nunca le habian hecho una mamada, empezé de forma suave. Le lamí un poco la punta del glande, justo en el medio, donde hay el agujerito. Noté como se desconcentraba ahí abajo, pero preferí no decirselo. A fin de cuentas, si se desconcentraba es que yo estaba haciendo bien mi parte. Seguí lamiendo el glande y fui bajando por el tronco mientras le masajeaba suavemente los testículos. Subí y bajé un par de veces, y entonces me puse su miembro en la boca. Esto le desconcentró en gran manera, pero aunque cada vez lamia menos, yo estaba más excitada. Empezé a succionarle el miembro mientras palpitaba en mi boca y escapaban bufidos de la suya. Augmenté el ritmo de mis embistes mientras le envolvia la polla con la lengua y jugueteaba con sus testículos. De repente movió las caderas hacia arriba, como teniendo un espasmo y supe lo que vendría. Sentí un chorro de leche caliente directo hacia mi garganta. A éste le siguieron tres más, que acabaron mezclados con mi saliva en la boca. Me lo tragué saboreando este gusto tan peculiar salado, y le limpié la verga con la boca. Parecía exhausto, pero su miembro seguia en ristre.-Esto ha sido...bua! -consiguió decirme con la mirada perdida en el techo mientras recuperaba el aliento.-Pues espera mi amor, que no ha sido nada con lo que vendrá después -le dije provocadora. -Ven, tienes que terminar un trabajillo si quieres cobrarte la recompensa -le ordené pensando en mi. Ahora me tocaba a mi correrme, que de momento íbamos 2-0.Como si se hubiese electrocutado, saltó hacia mi chocho y empezó a lamer y chupar como si le fuera la vida en ello. Enseguida volví a estar chachondísima, y le dirijí otra vez a mi punto G. "Es increible como les cuesta encontrarlo a los hombres", pensé. Aahhh, si, así, muy bien querido...ohhh que gozada por dios! Ahora succiona un poco, como si chuparas por una pajita -le dije mientras jadeaba, cada vez más cerca del orgasmo. Comprendió al instante lo que queria, y obedeció mis órdenes a rajatabla. Combinó los lametazos con los que limpiaba mi raja cada vez más inundada de jugos con las chupadas y succiones a mi clítoris. Haciendo gala de su creatividad juvenil, incluso se atrevió a mordisquearlo muy suavemente, y esto me llevó directa al orgasmo entre espasmos de placer puro.-Ohhh, ohhh, sigue sigue no pares, aaahhhh ahhhhh, ahhhhhhh!!! -me corrí presionandole la cabeza a mi vulva entre gritos de placer. El chaval tuvo la acertada idea de no parar de succionar ni lamerme mientras yo estallaba de gusto.Estuve unos segundos un poco aturdida disfrutando del orgasmo y de sus lametones. Le agarré suavemente la cabeza y me la acerqué otra vez a la cara.-Venga, prepárate que voy a hacerte hombre -y le besé con ternura. Me tumbé en la cama y me entregué a él totalmente. -Quiero que tu primera vez te dediques solamente a tu placer, fóllame como más te guste y córrete dónde quieras, te lo mereces. Después ya te enseñaré algunos trucos. Dicho y hecho, el chaval agarró su pene y lo dirigió hacia mi rajita. Parecia que no encontraba el agujero y se iba poniendo ansioso. Justo cuando iba a guiarle lo encontró y me la metió de golpe en la postura del misionero. No fue suave, pero tampoco me dolió -estaba lubricadisima-, simplemente me sorprendió que me la metiera entera de repente. Se quedó quieto unos segundos, concentrándose en lo que sentia. Después empezó a moverse torpemente pero sin descanso, taladrándome con fuerza. La situación cada vez me excitaba más y me acercaba al clímax. El chaval estuvo así unos diez minutos, metiendo, sacando, metiendo, sacando, mientras yo sentia el recorrido de su polla en mi interior, como su barra de carne caliente se abria paso dentro de mí. Al final aceleró el ritmo y empezó a gemir otra vez hasta que en su último embiste pegó un gruñido y me empotró contra el cabezal de la cama un par de veces. Sentí su semen derramarse dentro de mí y esto me dio un placer immesurable. No por el hecho de que me hubiese follado, el pobre chico bastante habia tenido con no caerse sobre mi ni que se le sacara la polla de dentro de mi. Fue el hecho de saber que habia sido en una sola noche la primera mujer que le hizo una paja, la primera en mamársela y dejar que me chupase a placer, y la primera con la que habia follado.El chaval cayó sobre mi agotado y farfulló un grácias en voz baja mientras me abrazaba y ponia su cabeza entre mis tetas. Sentí como su pene salia de mi vagina lentamente, y comprendí que habian sido demasiadas emociones por un dia. Miré el reloj y vi con sorpresa que eran las 4 y media de la mad**gada. "¡Joder como vuela el tiempo!" pensé. "Pobrecito, no me extraña que esté agotado...".Le miré con cierto cariño, le besé en la frente y me relajé. Aún nos quedaban muchas horas por delante, ya me devolveria los orgasmos. Es más, queria adiestrarle para que fuese perfecto a la hora de darme placer. Apagué la luz y me dormí.Continuará