Los gorditos tambien saben follar

Los gorditos tambien saben follarEra un jueves cualquiera, salvo que yo ese día tenía la tarde libre, llovía a cantaros, no estaba la tarde para ir a ningún lugar. Entonces pensé que podría llamar algún amigo para pasar una buena tarde de sexo en mi apartamento. Lo hice llame a Javi, y su primera respuesta fue, "no puedo estoy con un compañero de trabajo". Entonces yo le conteste, que tenía muchas ganas de fiesta, que vieran los dos si al otro chico le iba el tema. Me dijo que me contestaría, al cabo de un rato me llamo y me dijo que en media hora estaban por allí los dos. Entonces comencé a prepararme, ya estaba aseada, lo primero que hice fue introducirme un dildo bien lubricado, y dilatarme bien, este cabrón, suele metérmela sin compasión, no seria la primera vez que folla detrás de la puerta sin entrar, los preliminares no son lo suyo. Me puse unas medias negras, con un liguero también negro y unas bonitas bragas negras con mucho encaje, que por la parte de detrás hacen como de tanga. Por la parte de arriba me puse un picardía de estos que llevan incluido el sujetador, negro también, con mucha transparencia. Me maquille bien, quería estar guapa, me puse mi melena negra de rizos, mis pechos y me subí en unos taconazos negros. Para taparme un poco me puse una bata de seda de color carne, que me llega hasta casi las rodillas, estaba preparada, paseaba con el dildo dentro por el apartamento mirándome y gustándome en los espejos, hasta que sonó el timbre. Entonces fui al baño me lo saque y me limpie para estar aseada y dilatada. Abrí la puerta y allí esta mi amigo, con su compañero, que era mas bien gordito, entraron ambos y mi amigo mando a su compañero de forma enérgica a sentarse en el sofá, "siéntate ahí y mira como se folla a una puta" le dijo. A mi me cogió del brazo, me llevo a la mesa, me quito la bata, tras echarme sobre la mesa con el culo en pompas, me bajo las bragas casi hasta la rodilla, el gordito se había quedado a mi izquierda, yo gire la cabeza para verlo, mientras que mi amigo se saco su polla que ya estaba dura, y sin apenas tocarme me la clavo entera de forma brusca, ya lo esperaba por otra parte, grite como si me hubiera roto el culo, aunque a decir verdad tiene una polla muy agradecida, son de esas que tienen un tamaño agradable que no hacen daño ni queriendo como estés un poco dilatada y bien lubricada. Comenzó a follarme de forma violenta, mientras que le hablaba a su compañero, más bien lo humillaba, le llamaba "gordo aprende como se folla", "tu no te has follado así en tu vida a nadie", y cosas mas humillantes aún. Yo lo miraba mientras que gemía, me estaban dando una buena follada, a ese ritmo se iba a correr de un momento a otro, y así fue, casi sin avisar comenzó a correrse mientras gritaba como un perro en mi oído y me baboseaba el cuello. Saco entonces su polla de mi culo como acostumbra, dejando dentro el condón, le hace casi un nudo retorciendolo para que no se salga el semen, me subió las bragas y me azoto mis nalgas con sus manos, "disfruta mi leche calentita" a decir verdad la notaba bien, me había echado una cantidad bastante buena. Entonces se subió los pantalones, y se despidió, "aquí te dejo al maricón de mi compañero, trátalo bien que no sabe follar, esta casi sin estrenar, yo me tengo que ir que tengo prisa" me dijo, me puse la bata por encima y le acompañe a la puerta. De vuelta pase por baño a sacarme el condón de mi amigo y asearme un poco. Volví de nuevo a por el gordito, estaba allí en el mismo lugar, no se había movido, no había dicho nada, solo se había tocado un poco y se había enrojecido mientras que me follaban. Sentí haber conocido a mi cornudo, pero allí había mucho mas que un mirón. Me puse encima de el a horcajadas, comencé a comerle la boca, el correspondía, le acariciaba y le invitaba a tocarme, parecía que el chico tímido cogía confianza, me acariciaba mis nalgas con suavidad, ya le había quitado al camisa y le pasaba mi lengua por todos lados, notaba como disfrutaba, estaba entregado, apenas contestaba monosílabos a lo que le iba preguntando, pero aquello ya parecía un encuentro normal. Empezaba a notar yo entre mis nalgas su paquete, a decir verdad, con el pantalón puesto ya prometía, y cada vez deseaba más sacársela, pero aguantaba a ver si el me lo pedía, tras casi media hora de manoseos me lo pidió. Me puse de rodillas delante de el, le baje los pantalones, tenía una enorme polla, de esas que le cuestan ponerse duras de lo grandes que son, comencé a mamársela, estaba rica, sabrosa, me tragaba sus orgasmos sin rechistar, hacia mucho que no me follaba una polla de ese tamaño. Entonces tome una decisión, de esas extraordinaria, le lleve a mi cama, muy pocos hombres entran ahí. Nos metimos allí, me tumbe de lado y le pedí que me cogiera de cuchara, el se tumbo y comenzó a rozarme con su enorme verga, ahora si que se estaba poniendo dura de verdad, tras lubricarme le pedí que me preñara, aquello prometía. Me la metió despacito, entonces comencé a gemir, ahora de verdad, mi piel comenzó a erizarse, el se dio cuenta y me acariciaba, un sudor frio recorría mi espalda para dar paso a una intensa calor, mi gordito me estaba enculando maravillosamente bien, lo notaba como disfrutaba, tenía razón mi amigo, estaba casi sin estrenar, follaba poco, no fue muy largo el polvo que me echo pero cuando comenzó a correrse, notaba como bombeaba su leche dentro de mi, de forma muy generosa una y otra vez, con su verga todavía dentro de mi me susurro a mi oreja, "tu no te corres" mientras me echaba su mano a mi polla, cuando me la toco se dio cuenta que ya me había corrido hacia algún rato. Yo apretaba mi culo hacia atrás, no quería que me sacara la polla, notaba con se le hacia pequeña, como se ponía blanda, hasta que el decidió sacarla. Nos quedamos allí, satisfechos abrazados, un buen rato, al final me dijo que se tenia que ir, que vivía con su madre y le iba a echar en falta. Yo tras despedirle en la puerta, volvi a la cama, me tumbe boca abajo, me había puesto de nuevo la bragas y la bata, y allí me quede dormida. Sonó el timbre, me desperté, seguía vestida, un poco desmelenada, con mi bata, mis bragas mojadas, y toda la ropa con la que había estado follando, me puso los tacones y fui abrir la puerta, allí estaba de nuevo mi gordito le invite a pasar, traía una pizza, y me dijo si me apetecía cenar. Nos sentamos a la mesa, y nos pusimos a ello, el se sincero, me confeso que había sido su primera vez y que había alucinado. Después de comer le pedí que volviera a mi cama, pero ahora para toda la noche, entonces el me dijo que tenia que hacer una llamada para avisar que no volvería, que le esperara allí en la cama. Fui a la habitación, me quite la bragas mojadas que aún tenia con su semen y el mio, y el picardías. Ahora me puse un tanga blanco, también con mucho encaje, me quite las medias y me puse un sujetador color carne y un camisón muy suave y transparente, me metí en la cama como el me había pedido. Al momento llego el, se desnudo delante de mi, y se metió en la cama conmigo, ahora el había tomado el mando, me acariciaba, me besaba me lamia como un perro, como si yo fuera su mujer, yo gozaba con tanto entusiasmo que estaba poniendo el chavar, entonces me puso boca abajo, con las piernas cerradas, me bajo las bragas acerco su enorme capullo a mi culo, aun mojado con el semen, y abriéndome las nalgas con ambas manos me penetro, despacio, cada empujón me introducía un poco mas su polla, hasta que note que me la había introducido entera, sus huevos aplastados en mis nalgas abiertas, el se echo sobre mi, comenzó a moverse suavemente sacando casi la mitad de su verga para volverla a introducir completamente, estuvo así casi media hora, yo gemía y disfrutaba, no recordaba una follada tan espectacular como esa, comencé a correrme como una zorra al tiempo que comencé a gritar, mi piel erizada y mi gordito detrás haciéndome disfrutar, entonces comenzó el a correrse, por segunda vez dentro de mi, notaba de nuevo como su verga escupía dentro de mi una cantidad grande de leche, una y otra vez al menos soltó 6 chorreones generosos. Me subió las bragas, me quede allí en la cama atónita por el polvazo que me había echado, el se levanto, fue al baño se aseo, paso por la cocina para beber agua volvió puso el despertador se metió en la cama y nos arropamos, el me abrazaba como si fuera su mujer, yo debía quitarme el maquillaje pero aguantaba allí abrazada como una zorra sin decir nada. Ya al rato decidí ir al baño a quitarme el maquillaje, pensé en sentarme en el inodoro y soltar su leche, pero me encontraba tan satisfecha que me meti de nuevo en la cama entre sus brazos a pasar la noche. A las cinco de la mañana sonó el despertador, yo lo había manchado todo de leche como no podía ser de otra forma, mi culo estaba dolorido como hacia tiempo que no sentía, y mi gordito uffff como se despertó, aquello si que era un arma de destrucción masiva, tremenda verga, grande y dura. Me apetecía que me volviera a follar, a decir verdad no sabría si la aguantaría, y si el tendría tiempo, no me atreví a pedírselo, pero el se dio cuenta que estaba caliente como una perra. Entonces me cogió me puso a cuatro patas encima de la cama, me bajo mis bragas manchadas, me aplico una cantidad generosa de lubricante y comenzó a jugar con su capullo en mi culo, el permanecía de pie detrás de mi, la imagen en el espejo del armario era tremenda. Me penetró, el dolor fue casi insoportable, casi me desmayo, el se quedo asustado, cuando recupere el aliento me coloque de nuevo a cuatro patas y le pedí que me follara. Me volvió a penetrar, ahora si me la clavo entera, volvió a coger el ritmo de por la noche, era extraordinariamente placentero, yo gemía de verdad como una puta, cuando llevaba un rato dándome comenzó a ir mas deprisa, "se me hace tarde" dijo, entonces empecé a sentir ese calor casi insoportable que te entra cuando te están enculando de verdad, el echo su mano a mi polla y me dijo, esta vez te voy a correr yo, con las manos pensé yo porque antes me corrí sola mientras que me daba por el culo. Me corrí rapidito, el siguió un poco más hasta volver a descargar como en las anteriores ocasiones, otra tremenda corrida, me había vuelto a preñar. Yo me subí las bragas y me quede echada en la cama. Lo miraba mientras el se vestía para ir al trabajo, entonces el me arropo y me pidió que no me levantara, que sabia salir. Me quede dormida, sonó de nuevo ahora mi despertador. Me levante, estaba en una nube, decidi ir al trabajo vestida de puta, me sentía guarra como hacia ya mucho tiempo. Me di una ducha, mi culo seguía lleno de leche, lo notaba e intentaba hacer fuerza para que no se saliera, me gustaba esa sensación, me puse medias negras, un liguero negro y unas bragas negras también, utilice un salvaslip puesto que intuía que algo se saldría al cabo de la mañana, en la parte de arriba no podía ponerme nada puesto que se notaria, me puse el traje y me fui a la oficina, era mañana de viernes, o sea reunión tras reunión, recuerdo que fue excitante como por debajo me sentía como una puta, la humedad en mi culo, el salvaslip mojado, que tuve que cambiar a media mañana, como cuando una tía tiene la regla, pero en mi caso manchaba leche de mi gordito, mientras allí se discutían asuntos sobre asuntos en las tediosas reuniones yo llevaba la felicidad por dentro. Al final se me hizo un poco larga la mañana pero quedará en mi recuerdo como uno de los días de trabajo diferentes a todos en mi vida laboral. La conclusión que saque de todo esto es que al final "los gorditos también saben follar".